
Juana de Ibarbourou.
CONTESTA:
1) ¿Por qué las moléculas se en de color dorado?
2) ¿Con qué compara la autora estas moléculas?
3)¿Para qué quisiera la autora, viajar con los granitos de polvo?
Sembrador de abecedario
Para colmarme la vida,
para llenarme de luz,
imitando a mi bandera
me voy a la escuela
de blanco y azul.
Siempre me dice el maestro
con dulce dejo de amor:
«El fundador de tu escuela
se llama Varela,
quiere, quiérelo».
Sembrador de abecedario,
líder del verbo oriental,
don José Pedro Varela,
pastor de la escuela,
jamás morirá.
Gracias, señor don Varela,
gracias, señor don José,
don Pedro, fiel de los niños
que cantan la letra
que les dio su fe.
Cuando me voy a la escuela,
don José Pedro, qué bien
si viera usted qué contento
me vuela por dentro
pensando en usted.
para llenarme de luz,
imitando a mi bandera
me voy a la escuela
de blanco y azul.
Siempre me dice el maestro
con dulce dejo de amor:
«El fundador de tu escuela
se llama Varela,
quiere, quiérelo».
Sembrador de abecedario,
líder del verbo oriental,
don José Pedro Varela,
pastor de la escuela,
jamás morirá.
Gracias, señor don Varela,
gracias, señor don José,
don Pedro, fiel de los niños
que cantan la letra
que les dio su fe.
Cuando me voy a la escuela,
don José Pedro, qué bien
si viera usted qué contento
me vuela por dentro
pensando en usted.
Silencio en
el entrevero juguetón de la mañana
Afilándose en
el tiempo dormitaban las tacuaras
Un ronco
gemir de lunas por vidas asesinadas
La promesa de
un cansancio en la grandeza de una carga
Duermen rosas
en trabucos mientras las manos descansan
Y en los
ojos de los fletes el sol juega a ser luz mala
Un horizonte
tranquilo, azul de mañana clara
Se despierta
en los jinetes con luz afilando lanzas
Sube la
muerte a las cumbres donde las lunas se apagan
Y en el
cielo del octubre negras nubes se adelantan
Y entonces,
y entonces, ladra el clarín su orden aguda y clara
Como el
agua de las sierras cuando entre las piedras cantan
Ardidos en
sueños curdos los sables se desenvainan
Buscando un
ansia de carne heridos por la distancia
Juan
Antonio va adelante en cabalgadura blanca
El sable
vivo en sus manos, la carabina a la espalda,
Atrás vienen
los matreros siguiendo su estela larga
Y el viento
les deja paso porque algún miedo los alcanza
Se enciman
al enemigo trayendo muerte en ancadas
Pasión en
su grito bravo y sangre para la patria
Los campos
de Sarandí amanecen de esperanzas
Con un
puntear de lanceros y un rasgueo de rodajas
Ya no
sirven los trabucos, chillan cuchillos y espadas
Y los
pastos beben sangre por no verla pisoteada
Se desbanda
el enemigo ante la furia orientala
Un clarín
toca deguello y otro ordena retirada
Y cuando el
sol ya caía relataban la patriada
Con cadencias
de una huella salida de una guitarra
Treinta y
tres se vinieron
Armados de
lanza
Juan
Antonio los trajo
Por la
Agraciada
Se vinieron
trayendo
Gustito a
Patria
Y este
grito en la boca
Les retumbaba
Libertar
nuestro suelo
Que es cosa
brava
O encontrarnos
la muerte
En la
demanda
Treinta y
Tres Orientales
Con unas
lanzas
Una noche
vinieron
En unas
lanchas
La ra la Lara
……..
Juan
Antonio los trajo
Por la
Agraciada.
Ya la noche
estrellea
Los esperaba
Colgando medias
lunas
En las
tacuaras
Y en sus
ojos luceros
De una esperanza
y en la
tierra de Artigas
bravos aguardan
con el
sable en la mano tierra orientala
libertad o
muerte en la demanda
ya se
sienten fragores de las batallas
y ladran
los clarines sobre las cargas
la ra la
laralaira….
Juan Antonio
los trajo por la Agraciada
Eustaquio Sosa
Uno de los mejores relatos de los Treinta y tres que se haya escuchado. Hoy a mas de 40 años de haberlo escuchado la primera vez todavía se me eriza la piel.
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